Simplemente el ponerte a pensar como te gustaría que fuera tu nueva web ya te pone alegre.
Hay veces que necesitas una nueva ilusión para hacer que te reactives y vuelvas a recuperar la pasión de los comienzos.

No puedes cambiar tu negocio pero  si que puedes hacer pequeñas modificaciones que te hagan tener de nuevo esa sensación que ya tienes casi olvidada.

Cada vez que empiezo un nuevo proyecto me alegra encontrar esa emoción , no sólo en mí tambien  en las personas que me la encargan. Es excitante buscar las fotos, preparar los textos, elegir el diseño y la forma…

Cuando la termino siento diferentes sensaciones. Por un lado la satisfacción del trabajo realizado y saber que están contentos y se sienten identificados con su nueva web.
Por otro lado me da tristeza porque dejan de ser mías y pasan a ser sólo de sus legítimos dueños. Paso mucho tiempo con cada una…
Y por qué no confesarlo , también siento un poco de vergüenza ya que hay un poco de mí en cada una de ellas, y cuando te expones a la valoración de los demás siempre sientes algo de vértigo.
Me encanta este trabajo porque me permite conocer a mucha gente diferente y dejarme arrastrar por sus pasiones ( en los negocios, claro).